En el centro cívico donde acudo con mi hijo menor una vez por semana,para compartir un rato de juegos y experiencias con niños de su edad, hay un grupo de mamás,quizás tres o cuatro, que están bastante enojadas con la situación lingüística de nuestra comunidad.Proceden de paises como Rusia,Alemania o Brasil y tienen que permanecer en Barcelona con sus familias, durante unos años, por motivos laborales, pero no tienen pensamiento de quedarse para siempre y quisieran que sus hijos tuvieran la posibilidad de estudiar en escuelas, donde la enseñanza se hiciera en español,inglés o ambos inclusive y donde la presencia del catalán fuera mínima,ya que opinan que a sus hijos, aprender catalán, no les va a servir de nada.
Yo les he intentado explicar que esta situación es fruto de un consenso, de unas leyes,de un estatuto autonómico y que está todo legislado y dentro de un marco legal, amparado por la Constitución española y que estamos en un país donde existen comunidades con dos lenguas oficiales, que les puede gustar o no, que lo entiendo,pero que es así.
Además cuando te instalas en un país es interesante averiguar estos temas previamente, para luego no llevarte sopresas en temas de lengua.
Pero por otra parte y poniéndome en su lugar,entiendo a lo que se refieren y quizás, sí podría estar bien dar la opción a estas familias, que por temas de trabajo viven en Cataluña, por un corto espacio de tiempo,el poder escolarizar a sus hijos en un centro donde la lengua que vehiculara los aprendizajes fuera digamos, más internacional.
Sé que es un tema complicado,delicado y polémico pero no obstante ,sí que es cierto que habria que intentar encontrar una solución que fuera oportuna para las familias que se encuentran en esta situación.
Mi intención no es posicionarme de un lado o de otro, sinó reflejar una realidad en la que he tenido conocimiento que se encuentran no sólo estas familias,sinó bastantes más y dar pie a que reflexionemos sobre ello.
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